Tambero.com es una plataforma gratuita de gestión agropecuaria que permite llevar registros de sus animales y siembras, recibiendo alertas y notificaciones automáticas para optimizar y aumentar su producción.
« Volver Artículos e información técnica agropecuaria
Tambero.com en español
09/13/2016 by marianotinti
La temperatura ambiental y la humedad relativa son factores clave para el consumo de materia seca del ganado lechero. Cuando estas variables combinadas se encuentran fuera de la “zona de confort” de la vaca (5° a 25° C), su consumo (y por consiguiente su producción) disminuye en formas cada vez más alarmantes.
El agua y el estrés calórico
El consumo de agua aumenta en forma paralela con el aumento de la temperatura ambiente. A medida que la temperatura aumenta de 30° a 35°C, el consumo de agua aumenta de 80 a 121 litros.
El agua debe ser fresca, limpia y libre de contaminantes. Si el agua es de pozo puede someterse a un análisis, para determinar si es de calidad adecuada para el ganado. Debe evitarse el uso de lagunas de abrevado ya que no sólo representa esto un riesgo para la salud del ganado (debido a la mala calidad del agua), sino que puede aumentar la incidencia de mastitis y el aumento en el recuento de células somáticas.
Si las vacas se encuentran al aire libre, es importante que el agua esté cercana a la sombra y el comedero. Las vacas lecheras de alta producción son más susceptibles a sufrir estrés calórico, ya que generan más calor como resultado de su mayor ingesta de alimento y por lo tanto van a requerir más agua de bebida.
Métodos para reducir el estrés
El corral de espera del ordeño es otro punto clave para controlar el estrés calórico. El mismo puede disminuirse con una combinación de movimiento del aire (ventiladores), agua (aspersores) y sombra. Mojar levemente a las vacas sin permitir una circulación adecuada de aire puede en realidad empeorar la situación al crear un ambiente cálido y húmedo que no permite la disipación del calor. El aumento del aire circulante con el agregado de ventiladores puede en parte solucionar el problema.
Suministrar sombra sobre el comedero puede estimular un mayor consumo de alimento. Para disipar el calor de la vaca puede usarse la combinación de un sistema de aspersión con agua y ventiladores para aumentar la circulación de aire. Es muy importante que el agua no se dirija hacia el alimento de forma que este no se humedezca. Si se emplea agua para enfriar a las vacas asegurarse siempre de mantener las ubres secas para disminuir la incidencia de mastitis. Asegurarse que haya suficiente tracción en el piso para impedir que los animales se lastimen al resbalar sobre la superficie húmeda.
Adaptado de: García, A. Dealing with heat stress in dairy cows ExEx 4024. Recuperado de: https://www.sdstate.edu/vs/extension/dairy/upload/ExEx4024-Dairy-Heat-Stress.pdf